No se ha comprobado ni se conoce ningún caso de baterías que hayan explotado en los cigarros electrónicos por ahora. Al menos, que haya habido alguna mala manipulación por parte del usuario o de alguna negligencia sobre su manipulación.
Sin embargo, no dejan de haber noticias perniciosas sobre los cigarros electrónicos, lo que sucede al respecto puede ser que sean campañas publicitarias mal infundidas con el propósito de perjudicar un producto que ha sido de importante ayuda para muchas personas que habían usado otras opciones como gomas de masticar, parches, etc.
Ha sido tal la maldad de querer perjudicar que se ha expandido una supuesta explosión de una bombona de oxígeno en Inglaterra, gas que se encontraba cerca de un dispositivo electrónico, y otro caso más reciente fue la supuesta explosión de un cigarro en la cara de un vapeador.
El mito
De allí la importancia de aclarar que una batería de estos dispositivos no llega a explotar de no producirse un recalentamiento y se descargan espontáneamente, estas baterías son de ion-litio, ellas no llegan a explotar, sino que causan una liberación de energías lo que, en tal caso, pueden llegar a producir quemaduras, nunca rotura de cara o dientes.
Se han investigado los casos y se ha llegado a conclusión que todo se trata de absurdos montajes y las supuestas lesiones corresponden a maquillajes al estilo de la mejor película.
Las baterías que componen los cigarros electrónicos contienen varias capas que pueden almacenar grandes cantidades de energía eléctrica las cuales se encuentran separadas por capas de ánodos y capas de cátodos. De allí que, por estar lo suficientemente aisladas, es casi imposible que pueden ocurrir estos tipos de accidentes, en conclusión, podemos afirmar que los casos que se conocen sobre este particular son ínfimos si consideramos los millones de baterías que andan alrededor el mundo.