Dejar de fumar con el cigarrillo electrónico

Dejar de fumar con el cigarrillo electrónico

Los usuarios que optan por el cigarro electrónico en vez del tabaco tradicional, lo pueden hacer con dos fines por norma general: o bien como sustitutivo del tabaco o bien para dejar de fumar.

En el primer caso, se encuentran esas personas que quieren seguir sintiendo la sensación de fumar, pero hacerlo de una manera más sana y en algunos casos hacerlo con un sabor distinto al del tabaco. Optan, por lo tanto, por el uso de los cigarrillos electrónicos, los cuales les permiten seguir experimentando unas sensaciones muy similares a las del tabaco, pero de una manera mucho más sana, más económica, sin producir daños a terceros y sin malos olores.

En el segundo caso, encontramos esas personas que quieren dejar definitivamente el tabaco y la sensación que se tiene al depender físicamente de la nicotina. Es por este motivo, que adquieren un cigarrillo electrónico que les ayude a dejar de fumar. Pero, ¿cual es la estrategia a seguir para dejar de fumar con los cigarrillos electrónicos?

Lo primero que tendremos que calibrar es el grado de adicción que tenemos al tabaco. Según el número de cigarrillos que fumemos al día tendremos que comprar un e-líquido con una concentración de nicotina mayor o menor. El rango oscila entre los 24mg de nicotina hasta 0mg de nicotina.

Pongamos por ejemplo el de un fumador que fuma un paquete y medio de cigarrillos al día. En este caso este fumador necesitaría la dosis más alta, de 24mg de nicotina.

Una vez sepamos que dosis nos es recomendable, tenemos que olvidarnos de los cigarrillos tradicionales y vapear. A medida que pasan los meses, lo que tenemos que hacer es ir bajando gradualmente esta dosis de nicotina. Primero a 18mg, luego a 12mg, luego a 6mg y finalmente a 0mg. Una vez consigamos llegar a 0mg y vapear sin tener la necesidad de ingerir nicotina, podremos decir que hemos conseguido superar la dependencia a la nicotina. Sin embargo, faltará ganar la batalla a la dependencia psicológica, es decir, hacer frente al acto de fumar/vapear en si en cualquier tipo de situación (solo, en compañía de fumadores, etc). Para conseguir librarnos de esta dependencia psicológica podemos optar o por seguir vapeando sin nicotina o bien por dejar definitivamente el cigarrillo electrónico. Si continuamos vapeando sin nicotina haremos frente a esta dependencia psicológica pero continuaremos vapeando, mientras que si dejamos de vapear tendremos que enfrentarnos a esta dependencia psicológica solamente con nuestra fuerza de voluntad.

Hemos visto por tanto, la estrategia que hay que seguir para poder dejar de fumar utilizando el cigarrillo electrónico: empezar por dosis altas en nicotina e irla bajando paulatinamente hasta llegar a niveles de nicotina 0. Y luego librar una batalla contra la dependencia psicológica que no por ello es menos dura que la física. Con esta estrategia y con una buena dosis de voluntad, nos será mucho más fácil conseguirlo que utilizando parches, chicles u otros mecanismos, ya que todos estos métodos tienen como problema que solo combaten la dependencia física y no la psicológica. En cambio los cigarrillos electrónicos combaten las 2 al mismo tiempo, cosa que facilita en gran medida el objetivo final, que no es otro que dejar de fumar.

 

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